La técnica de grabación para solistas y pequeños grupos vocales varía significativamente según el género musical. Para el jazz y el pop, un micrófono dinámico bien colocado puede capturar la esencia de la actuación. En cambio, para la música clásica, donde los solistas suelen estar a una mayor distancia del micrófono, se recomienda utilizar micrófonos condensadores capaces de manejar altos niveles de presión sonora.
Para grupos de menos de diez miembros, como los ensambles a capela, la microfonía individual puede ser efectiva, permitiendo que dos o tres cantantes compartan un micrófono. En contraste, para grupos más grandes, los métodos de microfonía general son preferibles.
La grabación de coros infantiles presenta desafíos únicos, requiriendo paciencia y un ambiente controlado para mantener la atención de los niños. Sesiones cortas con incentivos pueden ser muy efectivas para mantener el enfoque y la energía de los jóvenes cantantes.
