La acústica juega un papel crucial en la grabación de coros, influyendo en la unidad sonora entre el coro y el espacio. Es esencial considerar si la grabación se hará con público presente, ya que esto puede alterar significativamente la reverberación y, por ende, el posicionamiento óptimo de los micrófonos.
La relación entre el volumen del espacio y la reverberación define el radio de eco, un factor clave para ubicar los micrófonos. Dentro de este radio, el sonido directo prevalece sobre el reflejado, asegurando una grabación clara.
La fórmula del radio de eco implica la raíz cuadrada del volumen de la sala dividido por el tiempo de reverberación, multiplicado por 0.057, estableciendo la distancia adecuada para los micrófonos.
Los aspectos psicoacústicos también son relevantes; los cantantes se benefician de una cantidad moderada de reverberación para un mejor control del tono. Una sala de ensayo con buena acústica puede ser ideal, ya que proporciona un ambiente familiar al coro y condiciones acústicas óptimas.
Si no se dispone de una sala de ensayo adecuada, las iglesias pequeñas o medianas suelen ofrecer un entorno apto para grabaciones de calidad, siempre que se preste atención a posibles ruidos ambientales como el zumbido de la calefacción o el tráfico exterior.