La elección de un bajo, ya sea activo o pasivo, es una decisión crucial para cualquier bajista. En este artículo, profundizamos en las diferencias clave entre estos dos tipos de bajos, ayudándote a tomar una decisión informada.
Bajo Activo: La Versatilidad en el Control del Sonido
Los bajos activos son conocidos por su sistema de preamplificación incorporado, que les otorga una mayor capacidad para manipular el sonido. Este sistema, alimentado generalmente por baterías, permite a los músicos ajustar de manera precisa las frecuencias bajas, medias y altas, otorgando un control detallado sobre el tono. Este tipo de bajo es ideal para géneros que requieren un sonido limpio y claro, como el funk, el jazz y la música moderna.
Bajo Pasivo: La Pureza del Tono Natural
Por otro lado, los bajos pasivos, con su diseño más simple y sin preamplificación, ofrecen un tono más crudo y orgánico. La limitación en el control del tono, con ajustes básicos para el volumen y el tono, resulta en un sonido más cálido y natural. Este estilo es preferido por muchos músicos que buscan un carácter y una dinámica natural, especialmente en géneros como el rock y el blues.
Mantenimiento y Durabilidad
En términos prácticos, los bajos activos requieren un mantenimiento más frecuente, como el cambio periódico de baterías. Los bajos pasivos, por otro lado, al ser más simples, suelen ser más robustos y tienen menos problemas técnicos. Algunos bajos activos ofrecen la posibilidad de cambiar a modo pasivo, brindando una versatilidad adicional.
Conclusión: La Elección Depende de Ti
La decisión entre un bajo activo y uno pasivo dependerá de tus preferencias personales, tu estilo musical y tu necesidad de controlar el sonido. Mientras los bajos activos ofrecen flexibilidad y un control detallado del tono, los pasivos son apreciados por su sonido natural y su simplicidad. En Instrumentos Online, te recomendamos probar ambos tipos para encontrar el que mejor se ajuste a tus necesidades musicales.